En el palacio -como en cualquier sitio al que haya valido la pena ir- hay una hora aciaga en que estás cansada y renunciás a los milagros. Ya tu pelo esta hecho un asco, olés a cigarrillo, olés a la alfombra con olor a cigarrillo (alfombra que recubre piso y paredes, totalmente inflamable),la ropa que simula marca de moda esta transpirada, te agarró sueño y se te fue, no encontraste un amor y saboreás con la lengua la bebida en el vaso, aguada y caliente. Falta poco para que cierren y en vez de pies quisieras tener ruedas, de como te duelen. Ademas tenes el problema de volver. Siempre es dificil volver. Tu amiga, con la que viniste y arreglaste, te dejo lisa y llanamente de garpe. Vos entendès, pero es dificil conseguir colectivo a Lanus, por ahi no pasa el 37 y ni pensar en un taxi en diciembre y sin haber cobrado el aguinaldo. Vas al baño y te ves en el espejo: ni rastro de la que fuiste ocho horas atràs. Entonces, llegás al sillon pegajoso, tenes frio por que el aire acondicionado exagera y te empieza a envenenar el alma que pasen lentos. No te sacan a bailar, no ahora que se han acabado los ultimos numeros de la rifa » llevate el descarte» y vos no compraste(fue tu decision, hubieras podido) Y entre dormida y un poco pasada de bebida, (nosotras sabemos que no es para tanto, que hubieses estado igual tomando cocacola), empieza a subirte por la sangre la ponzoña de los lentos. Te calzás bien las sandalias, agarrás tu cartera y salis. Ya es de dia, y tenés que dejar que esa cancion suene sola. No queres oir temas lentos. No hoy. No sola. No mas.
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NO SOY LO QUE DEBERIA, el blog de Nilda 
no me publique eso un domingo a la mañana… escucheme que quiere que salga corriendo a pedirle al de acá al lado el caño para terminar de una buena vez. No!!! antes que eso voy a probar con este conjuro…. " un solo lento bien bailado, apretado digo, bien vale cien esperas y eso que nunca han sido cien… que tanto"
simple, sencillo, brillante relato con el que tantos podemos identificarnos