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Foto del Archivo General de la Nación- Costanera 1960/ Esto no es un poema, solo un exceso de puntos y aparte.


Uno se repite. Es de Dios.

Porque las obsesiones no son tantas

Pero insisten, las muy perras.

¿Cuantos lugares?

Haré la nomina (salvo error u omisión, ya se sabe)

París en la primera mitad del siglo XX,

como la pobre  Pizarnik que queria ir al café de Fiore

y no habia Dios que le hiciera entender que ya estaban muertos

los poetas que allì tomaban pernod.

(todo el mundo sabe que Pizarnik era loca

y buscaba irrealidades

como cualquier poeta que se precie)

Amberes por ese asunto de  los puertos

y la idea persistente

de hartarme de galletitas dinamarquesas

(las de las latas lindas)

sin que importe llenar las sabanas

de migas mantecosas e indigestas.

El Turquestan de  Tuñón,

por lo de Blanca Luz, usted comprenderá.

Las fuentes de Roma que me mostrara el Lo se todo.

La tierra de los ancestros,

para encontrar lo que miraron

antes de emigrar

Praga: algo espero de la luz en Praga

de la luz y de ciertas escaleras en la calle.

Granada por Lorca

y Barcelona por las dudas.

Mar del Plata

siempre y cuando pueda volver  aquel febrero

en que todavía no me había besado Jorge

y nos cruzamos  en la peatonal

y me gustaba tanto:

Yo tenia una venda en la cabeza y  13 años.

No es justo olvidarme de Rusia, la gris, tal vez Moscu, quien sabe

alcanza con caracteres cirilicos y un frio de tundra,de estepa

y sobretodos oscuros con cuellos de piel de foca.

Y Grecia, claro, Grecia

supe que allì la gente era feliz

y tomaba vino despreocupadamente.

y Buenos Aires siempre

Buenos Aires tan mugrienta, tan mia, tan subte, colectivo,tren

Y de Buenos Aires el corazón

ni San Telmo, ni la Boca, ni el Obelisco

ni Lavalle con los cines

-y bien podria ser, allì está mi infancia-

nada de Corrientes con librerias

ni siquiera evocarla cuando no dormía la calle.

El corazón está en el rió,

en el acto de ver el rio desde la costanera sur

y soñar con el mar

El corazón està en ese balneario que no existe

donde ahora hay pastos y aves que no me acuerdo como se llaman

y sin embargo

yo veo el rio

huelo su barro, sin necesidad de ir mas allà.

y los fantasmas de aquellas mujeres

siguen riendo

los amantes siguen tocándose

y en el agua marrón los chicos se salpican

fondo barroso

y a veces el agua se va lejos y hay que caminar

(y hay una huella del agua en el barro, ondas en el barro que los pies perciben)

y es tan lindo

bajo el sol del mediodía

y mas atrás, un juego de parque de diversiones

algo simple

tal vez hamacas voladoras, una calesita, poco mas

y cervezas con tapitas que se clavan en el macadam

y bebidas colas de nombres olvidados

olor a aceite de coco y yodo, el bronceador de los pobres cuando no daba para el copertone.

y gritos de nenes que se alejan de las madres dispuestos a perderse

y ser robado por gitanas

y el río haciendo sus trampas de luces, encandilando

y algo mio

anclado ahí.

Un recuerdo de andar en tranvía,

que de tan lejano, parece inventado.

La sangre de las sandias chorreando por las mesas improvisadas,

la sangre marron del rio,

y esta foto del Archivo General de la Nacion

que acabo de ver y  dice

Balneario Municipal, 1960

Archivo General de la Nacion. Balneario Municipal 1960
Archivo General de la Nacion. Balneario Municipal 1960
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El cuerpo de la fotografìa


Estas son de un coleccionista de Sevilla. Son analógicas, es decir sacadas de cámaras con rollo. Están ahora en exhibición y la colección es de un tal Alberto Adsuara.

Quiero ser fotógrafa. Comprarme una buena cámara reflex  y sin la chance de tener un laboratorio, elijo no transitar por la peste de tener que esperar el revelado ajeno para ver las porquerías que saqué,y  transaré  con una digital.  Ya abandoné muchas cosas que hubiera querido ser y no fuì, (porque fui otras cosas que también quise ser y todo no se puede) ahora que se me viene el ancho mar temible y siniestro de la jubilación, espero no ahogarme en la nada del tiempo vacío. Seré fotógrafa, como soy escritora, sin pretensiones ¿y quien me habilita a decir seré fotógrafa y no el infinitamente mas simple «sacaré fotos»….? Yo me habilito, por que si nomas.  Porque me la banco.

Miren que buenas fotos, ¿no les da ganas de ir por ahí, ya mismo, a boludear con la cámara y ponerle el cuerpo a la fotografía, y tirar encuadres como quien tira balas y asesinar al sentido común a fuerza de imágenes?  El otro dia leì  esto que me causo gracia.

¡che, que buenas fotos! ¿con que càmara las sacaste? ….es el equivalente a decir «que buen libro!,¿con que computadora lo escribiste?
Como con todas las cosas, se trata de saber mirar.

 

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tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos: que falta que hace que reviva Pancho Villa


imagesLes conté de mi curso de fotografía. El blog me ha hecho mas sabia, porque para ilustrarlo he pasado muchas horas en el año mirando imágenes.Casi una experta. Hoyestaba viendo fotos fúnebres: las fotos de  muerto de Guevara,  de Pancho Vila, de Zapata.

Les cuento que mi abuelo, que murió en los cuarenta y por ende no  conocí, sacaba fotos en entierros. Cuando era niña y me enteré me pareció algo abominable, pero la vida me ha mostrado que hay usos sociales mas horrorosos aun y que a nadie llaman a escándalo

De tanto ver fotos mexicanas, me dio ganas de poner un corrido de revoluciones.

Ay, México lindo, tan lejos de dios y tan cerca de los estados unidos….

Aparo Ocho cantandole a Pancho Vila: alguien le tiene que poner un poco de coto a esos gringos del orto: Antes Mexico y siempre despues alguno nuevo,siempre. No entiendo lo que pasa en Siria, pero siempre los pinches yanquis tratando de sacar ventaja, sin importar los muertos.

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Ponele que hablo de Bresson


Empecé hoy un curso de fotografía en el Centro Rojas, de la Universidad de Buenos Aires. Antes de que allí estuviera el Centro, justo al lado del Cine Cosmos donde siempre daban El Acorazado Potemkin, en ese lugar había un coro de ciegos y yo cursè mis primeras materias de Psicología.

Predominantemente mujeres, edades muy variadas, desde veteranas hasta pibitas con gorro con orejitas de conejo.  La primera sorpresa es que las fotos las tengo que sacar con una cámara analógica ¿mi viejo seguirà teniendo la Voightlander?  Y que hay que sacar con rollos, es decir, con un numero limitado de fotos: el profesor dijo que podemos compartir una cámara (36 fotos) entre dos.  Y después de explicar porque las cámaras digitales «aplastan» las imágenes y que diferencia estética hay entre grano y pixel, hablo de Henry Cartier Bresson, quien vivió mucho, pero murió hace menos de una década, que decía que la foto tenia que atrapar «el momento preciso» en una secuencia. No es cosa de gatillar al azar. Se trata de poner el ojo y buscar (uno encuentra solo lo que de alguna manera busca)  con la idea de recortar del continuo de la vida el instante decisivo.

Así eran sus fotos, miralas mientras suena el acordeon, canalla, que evoca París.

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