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el peligro de comprar humo.


oid mortales, alienta este brulote ( y ahora voy a aprovechar para decir lo que aprendì; que un brulote es algo encendido que se arroja al mar para ir, por ej. a incendiar un barco, y entonces podes imaginarte fuego en el agua, la noche y un incendio, y sin luna, todo gracias a una palabra) una intenciòn moral.

oid mortales, vengo a preveniros de los vendedores de humo, que se encuentra -oh, malhados deseos- con necesidades infinitas en el mar de los pocos deseos cumplibles.

oid mortales, ved este youtube cuya hechura les advierte de que comprar humo solo acarreara desgracia, desolación y tal vez un apocalipsis zombie  (pero esto ùltimo simplemente por que me gusta la idea)

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ALTO HIJO – acerca de groove garden


Mi hijo que en estos dias cumple 27. Se puso una sala de ensayo en en centro de Lanus, junto con el Tacho, un amigo de toda la vida ¡es hermosa. ! Nunca hago propagandas en el blog, Pero acà se trata de mi hijo, que no me pidio un carajo.

Si por esas leches de la vida ensayás y buscas un lugar feten en el sur de la ciudad, agendate esto https://www.facebook.com/groovegarden.salas, llamá de parte de este blog y habla con julian , mi pibe. Alto hijo.

bombinhas 307

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medio pan y un libro


García Lorca inaugura la biblioteca de su pueblo, «la primera en Granada», diciendo que si el tuviera hambre pediría no un pan, sino medio pan y un libro.images (6)
Hay gente que no lee, le aburre, no encontró la llave maravillosa para ingresar a esos mundos encerrados en papel. Si bien yo no leo tanto como antes, se de esos tesoros de oro puro, de cristales refulgentes dentro de basura aparente, de misteriosas riquezas mezcladas entre palabras, que como cocardas de generales llevaras por siempre en la solapa. Y siempre es mucho tiempo: recuerdo párrafos de libros de infancia como recién leídos, recuerdos frases de libros de adolescencia, como si me las hubieran tatuado en el alma.
En ese discurso cuenta que regala sus libros: he ahí una clave de lo mermado de mi biblioteca, así como convido con comida cuando entras a mi casa ¿un café, un cachito de (lo que haya)?, también convido con libros si expresas un deseo de ellos…

Medio pan y un libro al hambriento. Y sigue Federico.

¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.

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La alienaciòn frente al trabajo.


Gran cosa tener trabajo, eso si. No le voy a decir una cosa por otra.
Saber que el sueldo alcanzará, que las cuentas serán pagadas, contar con que el futuro es eso que espera y es previsible.

(no confien, la muerte desbaratará el pago en cuotas, pero olvidadlo por un momento)

Gran cosa tener esa actividad que escande el tiempo . No voy a escupirle el asado no en esta casa que supo de la miseria: tener trabajo es digno y necesario.
Tambien le digo don, se va a tragar muchos sapos. Son parte del oficio.
Negocio etimologicamente es la negacion del ocio: el ocio lo necesita para que el tiempo libro no sea un significante vacio. Necesita del tiempo ocupado para oler con toda su fragancia.

Pero aun cuando seamos de los afortunados que elegimos nuestro trabajo en base a nuestro intereses, le digo mas, caballero en en el extremo caso de que trabaje como artista, debe lidiar con un quantum de alienación, buscando sponsor, transando con limites.

Toda actividad tiene su rebarba de alienaciòn, como una grasa amarillenta en el mas fino jamòn. Y te comes la grasa, que vachachè. Cosas de la cultura humana.

¿que hacemos con la alienaciòn, la nuestra? ¿Como tramitar ese malestar mas allà de la queja pajera que no conduce a nada? La transformaciòn de las condiciones de nuestro trabajo, muy bien. Pero siempre esta ese reborde alienado pestilente, ese transformador que te consume lo mejor que tenes, como dice la canciòn.
(inconciente colectivo)

Entonces pelamos soluciones de compromiso y leemos o escribimos poesia y nos sacamos la mierda por un rato. Asi somos. Saboteadores a la violeta. Ingenuos.
Este post pelarà a a Benedetti, tan cerca de lo que quiero decir. y a Julio Cesar Silvain, que nos viene de perillas para contar lo que queremos.

Amigos, un mal dia lo tiene cualquiera.

COSAS DE UNO (de poemas de la oficina)
Yo digo ¿no?
esta mano
que escribe mil doscientos
y transporte
y Enero
y saldo en caja
que balancea el secante
y da vuelta la hoja
esta mano crispada en el apuro
porque se viene el plazo
y no hay tu tía
que suma cifras de otros
cheques de otros
que verdaderamente pertenece a otros
yo digo ¿no?
esta mano
¿qué carajo
tiene que ver conmigo?

Julio César Silvain
ESTO ES LO TREMENDO

Lo tremendo es que hay un día que uno dice
necesito un sueldo fijo y aguinaldo
y entierra la aventura en el recuerdo.
Y uno tiene razón, lo necesita.
Necesita un retroactivo para deudas, cada tanto,
y un decir trabajo allí, estable, quinto piso
para pedir los créditos del traje.
Y acribilla los gorriones de los sueños.
Es entonces que llega hasta antesalas
con cartas en la mano y vengo
y espere a que lo llamen.
Y uno mire que pasan,
pasan, pasan
y ensucia una sonrisa ante la cara
y se muere tres mil seiscientas veces cada hora
de pequeñas vergüenzas
fumadas sobre el lento reloj de un funcionario.
(Es entonces lo tremendo: a uno se le cae
el resto del niño que le queda
y lo esconde avergonzado en el bolsillo).
Lo tremendo es que hay un día
que entierra los barcos, entierra
la esperanza escondida de treparlos,
guarda el ansia de caminos en un libro.
(Algún día, al abrirlo,
restará algún antiguo aroma lastimado).
Lo tremendo es que uno necesita
llegar a fin de mes y tengo tanto
y consuela geografías sobre sueños
leyendo en el subte de apurado.
Y ese intacto asombro por los trenes
trastoca su magia por horarios
y el cielo es un llueve o un no llueve
nada más que por si llevo el impermeable.
Y ocurre que después, un día
no es capaz de caminar, porque sí,
cincuenta cuadras,
ya no se duerme desnudo en primavera
y se levanta con chinelas y con bata.
(Casi siempre ya creció una huerta
y un ligustro trabajado los domingos).
Después, alguna vez,
cuando un sueño lo parte en astillas hasta el alma
uno dice yo tuve veinte años.
(Pone la firma final sobre su muerte).
Y además bosteza y dice hasta mañana.
Lo tremendo es este lento suicidarse
a través del pulso y la esperanza
que iniciamos, sangrando, cualquier tarde
buscando un sueldo fijo y aguinaldo.

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el poder del dinero


A proposito de nada, esta mañana pensaba en la novela de benedetti, gracias por el fuego, donde el padre del suicida Ramon Budiño le dice cinicamente que todos son comprables.(El viejo era el dueño de un emporio periodistico, y tenia fichas con las debilidades de los politicos, y de los periodistas de la oposición) Que el tema es el precio.

estamos fritos. Putos no faltan, lo que faltan son financistas.

consumo

Retiro,in the early morning.


Retiro in the early morning
Soy una mujer grande que llega temprano a las estaciones de micros,  no puedo tolerar la idea de perder mi viaje. Cada dia me parezco mas a los viejos y es justicia
Entonces pues que llego a Retiro, 55 minutos de anticipación, rondando las  5 de la mañana y me asombro de cuantas peronas esperan micros (y la explanada de partidas y llegadas
casi vacía) :A segundos con claridad meridiana se hace la luz, entiendo que es gente que duerme en la estación su sueño de personas sin casa..
Algunos disimulan su condición haciendo el personaje de «estoy esperando mi micro», otros, ya sin pudores -y para que- envueltos en mantas polares (leopardo, tomo nota, una amarilla pato) se envuelven en la intimidad ínfima que puede dar una hilera de sillas de estacion engrampadas entre si.
Son muchos,  hay hileras completas en las primeras darsenas, raleando hacia el final del pasillo. Pero no hace frio, con escarcha o bajo cero apuesto que el refugio aumenta su densidad poblacional, su censo de injusticia. Tambien hay dos o tres tipos mirando televisiones que dan peliculas por fichas y que parecen buzones de timbres de edificios (una caja de metal arriba de un pie, y una pantallita) Ojeo, dan una de guerreros griegos. Algo como Ben Hur. Podria sentarme alli, pero no. No debo sentarme, por ahi me confundan, tan parecidos a mi, tan desguarnecidos early in the morning. En Retiro todos parecemos carentes, cuando no ha salido el sol.
A las cinco y media, cansada de mis estudios de antropologa de cuarta, tomo un cafe con leche con medialunas. El precio impide que cualquier durmiente  se mande algo tibio al garguero. Veinte pesos y ademas no vale gran cosa. Me he vuelto rigurosa con el gusto del cafe, una especialista, una alineada.  Lo mio es el nescafe porque Cortazar dice que las cosas no estan mal si alguien tiene una lata de Nescafe. Pero ya no venden el nescafe en lata, y El perseguidor, que buen cuento, hermanito. Oh, god, make me a mask.
Empiezan a pasar (de a tres, de a cuatro, de a cinco) parroquianos  que caminan muy pero muy rapido por el anden. Algunos recien bañados, el pelo los delata y todos con pinta de laburantes, peones de obra, albañiles, gente de maestranza, el tipo que trabaja en expedicion de cualquier empresa. Caminan a los pedos (es que de una punta a otra Retiro tiene como siete cuadras) y algunos que toman mate, a la uruguaya, con el sobaco adherido al termo.
No se como se puede tomar mate casi corriendo, yo terminaria manchada y quemandome. Seguro. Hay destrezas que me fueron negadas. Primera hipotesis: el cambio de turno de la Estación Retiro. Segunda, casi verificada:  la gente de la villa que se va al laburo y tomará el bondi en la avenida.La villa esta del punto de partida de estas personas tres cuadras mas alla de mi punto de observación.  Gente de laburo, que empieza caminando para la vida lo que las minas de gimnasio hacen en la caminadora. Pero esto es verdad. Me acuerdo de un libro de infancia, de Corazón, pésimo libro muy popular donde se hablaba de que la roña del trabajo no mancha. Enaltece. Si yo tuviera que caminar tan rápido no necesitaria prometerme que alguna vez me inscribiré en un gym.
Apenas unos segundos despues dos vigilancias (digo vigilancias como los evangélicos se nombran «evangelios», rara manera de nombrarse) recorren las sillas de la estacion, llave en mano, despertando a los durmientes acorazados. Vamos, vamos dicen. Son amables. Señora, ya hay que irse.
Me imagino  trenes europeos, el expreso de oriente tal vez,  con litera y uniformados despertando… ey, señores estamos llegando a la estación.
La vida es un viaje, sin duda
Los varones que duermen en la estacion son de todas las edades, las mujeres son solo viejas. Mientras mojo las medialunas en el cafe me da ganas de ofrecerle cafe a la señora que esta frente a mi, pero de perfil. Se levanta, y con extrema delicadeza saca un ¿pañuelo? ¿trapo? ¿servilleta de papel? de su cartera y se limpia como un gato. Los ojos, la cara, uno podria pensar que esta utilizando una toallita humeda descartable si no fuera altamente improbable. Se toma su tiempo, como cualquier mujer frente al espejo del baño, pero no hay espejo, no hay baño.
Las mujeres son viejas. Las mujeres jovenes o con hijos no son la poblacion de esta madrugada.
Llaman a mi micro, Yo tengo una ubicacion hermosa, un sillon reclinable como el de un dentista, cierro los ojos y pienso en ver el mar. Abro los ojos y veo la villa, sus edificios monumentales, los pasillos, las luces.
Como un leon. 

consumo · textos de otros

feliz dia del trabajador


sostiene Nilda que ya el Martin Fierro nos advierte: (la leyenda estaba en un cuadrito en la carniceria de su infancia entonces, de tanto ir a comprar milanesas -los niños hacian los mandados en ese tiempo- se le grabó en la mollera

Debe trabajar el hombre
para ganarse su pan
pues la miseria en su afan
lo ha de perseguir de mil modos
llama a la puerta de todos
y entra en la del haragán.

Despues de la carniceria vinieron los dos años de escuela católica con horas semanales de religión y ahi el libro santo machacaba con ganar el pan con el sudor. Sudor había porque el padre de la insurrecta tenía una pizeria y dale con el horno prendido de la mañana a la noche sacando molde, metiendo bandeja. El ejemplo del trabajo como único modo de ganarse la vida. ¿o acaso la plata la cagan los burros?, muletilla familiar cuando uno se excedia en sus demandas.
Sostiene Nilda que un par de dias despues de terminar la secundaria empezo a trabajar (sufrió como una condenada, la oficina no era un lugar amistoso) y no paró.
Sostiene Nilda que cuando cambiaron las reglas de juego y fue una mentira horrible y asesina que en este ispa no trabajaba el que no quería vio mucho dolor. El trabajo es un gran organizador de la vida.No es la vida, pero la organiza, el dia es el dia, la noche es la noche y tener un rato para el dolce far niente una cosa hermosa. Que vio personas enfermarse y familias irse al reverendo carajo por la falta de trabajo. Que vio jovenes y adultos que se tuvieron que meter la apuesta a la cultura del trabajo en el ocote.
Sostiene Nilda que lo mejor de ir a trabajar es cuando uno no tiene que ir a trabajar y eso que su trabajo le gusta. Pero mas le gusta tener tiempo para su cabecita loca y el amor de la familia, en este momento tenerla a Emma a upa y escucharla hacer ruiditos (otra cosa no hace, pone la boquita fruncida y    hace ruidos, y eso es mejor que tener el escritorio mas grande del lugar de trabajo)
Y para terminar Nilda sostiene que no se quiso tomar el trabajo de buscar un buen texto para el dia del idem y entonces le copió al cordobés  un texto de brech que viene como piña para el dia del trabajador
Sostiene Nilda que hizo locro, no asado…y el dia va como piña.
Amigos mios les deseo desde el fondo de mi corazon un feliz dia del trabajador, porque como en la cancion noña de los estudiantes… los que lo son, los que lo fueron antes los que por siempre tienen de …….. para toda la vida el corazon.

Preguntas de un obrero que lee.

¿Quién construyó Tebas, la de las siete Puertas?
En los libros aparecen los nombres de los reyes.
¿Arrastraron los reyes los bloques de piedra?
Y Babilonia, destruida tantas veces,
¿quién la volvió siempre a construir? ¿En qué casas
de la dorada Lima vivían los constructores?
¿A dónde fueron los albañiles la noche en que fue ter-
minada la Muralla China? La gran Roma
está llena de arcos de triunfo. ¿Quién los erigió?
¿Sobre quiénes
triunfaron los Césares? ¿Es que Bizancio, la tan cantada,
sólo tenía palacios para sus habitantes? Hasta en la
legendaria Atlántida,
la noche en que el mar se la tragaba, los que se hundían,
gritaban llamando a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India.
¿Él solo?
César derrotó a los galos.
¿No llevaba siquiera cocinero?
Felipe de España lloró cuando su flota
Fue hundida. ¿No lloró nadie más?
Federico II venció en la Guerra de los Siete Años
¿Quién
venció además de él?
Cada página una victoria.
¿Quién cocinó el banquete de la victoria?
Cada diez años un gran hombre.
¿Quién pagó los gastos?
Tantas historias.
Tantas preguntas.
Bertolt Brecht
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lawrence de arabia y robin wood.



Todo el mundo leía historietas en los setenta. Se vendian como pan caliente. No era algo cool, ni de chicos listos,  y yo, entre las muchas que leía,  me compraban la intervalo. Cuando deje la anteojito le empece a dar sin asco a la intervalo y a las novelitas de Corin Tellado. Digamos 12 años, algo asi. Tambien leia a Kafka y no me hacia ningun ruido leer cosas de prestigios tan distantes.
Hoy vi en Encuentro en el canal 7  a Robin Wood, que escribia «mi novia  y yo», que era bastante graciosa. Y contó que fue criado por sajones, (irlandeses, australianos,que su abuela le hablaba en gaelico y que los viejos contaban historias de la primera guerra).
Una de las historias que Robin Wood le contaba a Sasturain tenia que ver con el verdadero Lawrence de Arabia. Que estos viejos que le rodeaban la infancia relataban que el tipo tenia una bolsa con doblones de oro y que los mercenarios se acercaban a él con cabezas de turcos en la mano. Por cada cabeza, una moneda de oro, y habia una pila de cabezas.
Por eso pense la expresion » a tanto por cabeza» y en la crueldad. No me vengan con que estos son tiempos crueles, siempre lo fueron, somos lobos de nuestra estirpe. Deci que el paso del tiempo hizo de lo cruel de esta imagen algo exotico, pero lo pienso y un sudor frio me corre por el espinazo. Doblones de oro, a tanto por cabeza.

argentina · eramos tan jovenes · textos de otros · tiempo

Cartas a los Jonquières. La correspondencia de Julio Cortazar


Aurora Bernardez, albacea de la obra de Cortazar autorizó y acompañó la publicación de estas cartas que durante mas de 30 años Julio escribió a la familia de su amigo Eduardo Jonquiéres. El libro salió hace unos meses y lo compre hace unos días. Al leerlo me siento como cuando compraba libros a los 13. Si sos lector seguramente no necesitás otra explicación. Si llegaste tarde o por la vía del estudio a los libros será inútil que intente cercar en que consiste esa emoción.
Cortazar escribió 126 cartas y 13 tarjetas postales a estos amigos del alma. Nada, digo yo, riendo. Habla de sus cartas como «cartas rio» y yo se exactamente de que habla porque escribo ese tipo de cartas. Cartas que fluyen como agua, lástima que yo sea la que soy y no cortazar. Mírenlo en la foto, un gigante, abrazando de manera torpe a la pequeña Aurora Bernardez con sus anteojos negros, al pie del barco que lo llevaría a Italia, a París, tan lejos de la Cruz del Sur, del mate amargo y de las voces de los amigos usándose con otros. Tan flaco y gigante, Julio.
Como me gustaría que mis cartas fueran por agua y no en este soporte infame del mail. Si mis cartas fueran por agua yo podría usar la linea de Julio (que hace una broma,porque no puede costear el gasto de mandarlas por aire, y escribe apretado, sin saltos de linea para aprovechar el papel). Decir por ejemplo «A las cartas le hace bien el mar»
¿Un post tiene que servir para algo? Quizá si, entonces voy a transcribir un párrafo de Cartas a los Jonquières, por que lo bueno se comparte.

París, 8 de noviembre de 1951
«… No me fuí bien de Buenos Aires (…) Irse no es nada, la cosa es darse cuneta que hay una mecánica de chicle, que has quedado adherido y te vas estirando.
Trato de decirlo con humor, pero ya ves lo que sale.(…) Ordenar papeles, hoy, ver asomar letras, rostros, cosas compartidas, me ha dejado triste; cada libro coincide con un tiempo, una casa, una voz, una polémica. La sola contemplación de un sobre, o el olor del papel, me devuelven a latigazos a Buenos Aires. No estoy triste de estar en París. Está bien y ahora que es necesario que esté aqui. Pero el chicle, sabes.