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Los blogs kirchneristas y su impacto en la opinion pùblica.El libro de Jarma, que cuenta una épica, y que a mi me regalò Ricardo.


Debo decir que tardé en leerlo porque Ricardo, de loshuevosylasideas.blogspot.com me había prometido regalarmelo y el libro llegó ayer.

Si querés saber de que fueron los blogs como instrumento político y popular, y su impacto en la opinión debes leerlo.

Estuve hace tres años en una reunión de blogueros, de Parque Patricios,  luego muy comentada en los medios opositores porque asistió Anibal Fernandez (del cual se dijo que bancaba a los blogueros, y claro que los bancaba, los bancaba en el sentido de apoyar el movimiento y no de pagar ninguna prebenda con metálico) y por que Mariotto disertó.. .Traigo la cuestión por que allí Mariotto dijo algo que el libro recoje y que yo sentí muy mio: que había que dar vuelta la frase: La historia la escriben los que ganan y sentir que «la historia la ganan los que escriben»

En el final del libro hay una lista enorme de blogs, muchos de los cuales están brevemente reseñados. Éste, el mio, está en la lista. De alguna manera me pone orgullosa, y si bien este blog no fue épico jamas, -no me dio el cuero- tengo la convicción de que yo escribo desde un lugar «nacional y popular» y desde mis convicciones y que haciendo un poco de fuerza podríamos decir que es un blog político, en el sentido aquel de que «lo personal es político». Tal vez su riqueza es que refleja la singularidad en el devenir de lo que una mina suburbana, profesional, clase mediera, madre, trabajadora de salud, trabajadora de la educación, medio setentosa, bien del medio, que ni llega a militante, pero que de alguna manera milita, en el sentido de que se piensa atravesada por la Historia, sujetada por ella,  que le fue pasando a esa mina que soy yo, en los últimos cuatro años, sus berretines, las ilusiones, las convicciones. Al no ser periodista, mi intención al abrir el blog no fue alentar una posiciòn política, sino mas bien contar a la manera de un diario de viaje por esta vida  y ponerlo a consideración  El clima de la época está muy claro en un cuento que escribí por entonces, y la necesidad de encontrarme con otros interlocutores para compartir la realidad de la Argentina, frente al discurso ùnico que los zombies relataban. Que todavía relatan.

Los que escriben ganan. Si, Mariotto, tenias razón: el que escribe,gana. Y a vos Ricardo, gracias por el gesto, de meterme en un colectivo épico, con impacto. Lo considero un regalo, y a los regalos se los agradece con amor.

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en memoria de los libros quemados.


 «Cada libro quemado ilumina el mundo»  – R.W. Emerson

El final de Farenheit 453 es épico, y son las personas las que guardan la memoria de los libros quemados por los bomberos en ese mundo apocaliptico, tan orwelliano, si querés, donde apartarse del discurso único es peligroso.

Nunca quemé un libro, y  mi épica es recordarlos, por poco tiempo, se sabe, con suerte unas décadas  mas, a algunos.  En Alemania hay un monumento a los libros quemados por los nazis. Yo tengo aquì mismo algunos que fueron quemados por el Proceso. Entre ellos, uno infantil, Un elefante ocupa mucho espacio, de la escritora que se murio hace unos días, Elsa Bornemann, en memoria de quien voy a colgar este cuento, para iluminar un cacho este blog.

Que un elefante ocupa mucho espacio lo sabemos todos. Pero que Víctor, un elefante de circo, se decidió una vez a pensar «en elefante», esto es, a tener una idea tan enorme como su cuerpo… ah… eso algunos no lo saben, y por eso se los cuento:
Verano. Los domadores dormían en sus carromatos, alineados a un costado de la gran carpa. Los animales velaban desconcertados. No era para menos: cinco minutos antes el loro había volado de jaula en jaula comunicándoles la inquietante noticia. El elefante había declarado huelga general y proponía que ninguno actuara en la función del día siguiente.
-¿Te has vuelto loco, Víctor?- le preguntó el león, asomando el hocico por entre los barrotes de su jaula. -¿Cómo te atreves a ordenar algo semejante sin haberme consultado? ¡El rey de los animales soy yo!
La risita del elefante se desparramó como papel picado en la oscuridad de la noche:
-Ja. El rey de los animales es el hombre, compañero. Y sobre todo aquí, tan lejos de nuestras selvas…
– ¿De qué te quejas, Víctor? -interrumpió un osito, gritando desde su encierro. ¿No son acaso los hombres los que nos dan techo y comida?
– Tú has nacido bajo la lona del circo… -le contestó Víctor dulcemente. La esposa del criador te crió con mamadera… Solamente conoces el país de los hombres y no puedes entender, aún, la alegría de la libertad…
– ¿Se puede saber para qué hacemos huelga? -gruñó la foca, coleteando nerviosa de aquí para allá.
– ¡Al fin una buena pregunta! -exclamó Víctor, entusiasmado, y ahí nomás les explicó a sus compañeros que ellos eran presos… que trabajaban para que el dueño del circo se llenara los bolsillos de dinero… que eran obligados a ejecutar ridículas pruebas para divertir a la gente… que se los forzaba a imitar a los hombres… que no debían soportar más humillaciones y que patatín y que patatán. (Y que patatín fue el consejo de hacer entender a los hombres que los animales querían volver a ser libres… Y que patatán fue la orden de huelga general…)
– Bah… Pamplinas… -se burló el león-. ¿Cómo piensas comunicarte con los hombres? ¿Acaso alguno de nosotros habla su idioma?
– Sí -aseguró Víctor. El loro será nuestro intérprete -y enroscando la trompa en los barrotes de su jaula, los dobló sin dificultad y salió afuera. En seguida, abrió una tras otra las jaulas de sus compañeros.
Al rato, todos retozaban en los carromatos. ¡hasta el león!
Los primeros rayos de sol picaban como abejas zumbadoras sobre las pieles de los animales cuando el dueño del circo se desperezó ante la ventana de su casa rodante. El calor parecía cortar el aire en infinidad de líneas anaranjadas… (los animales nunca supieron si fue por eso que el dueño del circo pidió socorro y después se desmayó, apenas pisó el césped…)
De inmediato, los domadores aparecieron en su auxilio:
– Los animales están sueltos!- gritaron acoro, antes de correr en busca de sus látigos.
– ¡Pues ahora los usarán para espantarnos las moscas!- les comunicó el loro no bien los domadores los rodearon, dispuestos a encerrarlos nuevamente.
– ¡Ya no vamos a trabajar en el circo! ¡Huelga general, decretada por nuestro delegado, el elefante!
– ¿Qué disparate es este? ¡A las jaulas! -y los látigos silbadores ondularon amenazadoramente.
– ¡Ustedes a las jaulas! -gruñeron los orangutanes. Y allí mismo se lanzaron sobre ellos y los encerraron. Pataleando furioso, el dueño del circo fue el que más resistencia opuso. Por fin, también él miraba correr el tiempo detrás de los barrotes.
La gente que esa tarde se aglomeró delante de las boleterías, las encontró cerradas por grandes carteles que anunciaban: CIRCO TOMADO POR LOS TRABAJADORES. HUELGA GENERAL DE ANIMALES.
Entretanto, Víctor y sus compañeros trataban de adiestrar a los hombres:
– ¡Caminen en cuatro patas y luego salten a través de estos aros de fuego! ¡Mantengan el equilibrio apoyados sobre sus cabezas!
– ¡No usen las manos para comer! ¡Rebuznen! ¡Maúllen! ¡Ladren! ¡Rujan!

– ¡BASTA, POR FAVOR, BASTA! – gimió el dueño del circo al concluir su vuelta número doscientos alrededor de la carpa, caminando sobre las manos-. ¡Nos damos por vencidos! ¿Qué quieren?
El loro carraspeó, tosió, tomó unos sorbitos de agua y pronunció entonces el discurso que le había enseñado el elefante:
– … Con que esto no, y eso tampoco, y aquello nunca más, y no es justo, y que patatín y que patatán… porque… o nos envían de regreso a nuestras selvas… o inauguramos el primer circo de hombres animalizados, para diversión de todos los gatos y perros del vecindario. He dicho.
Las cámaras de televisión transmitieron un espectáculo insólito aquel fin de semana: en el aeropuerto, cada uno portando su correspondiente pasaje en los dientes (o sujeto en el pico en el caso del loro), todos los animales se ubicaron en orden frente a la puerta de embarque con destino al África.
Claro que el dueño del circo tuvo que contratar dos aviones: En uno viajaron los tigres, el león, los orangutanes, la foca, el osito y el loro. El otro fue totalmente utilizado por Víctor… porque todos sabemos que un elefante ocupa mucho, mucho espacio…

 

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Malena, no te rindas.



Hoy cumple 29 mi hija Malena. Un nombre, un destino… cuando lo elegì, entre otras cosas   navegaba en mi cabeza está canción, de Roque Narvaja.

Porque en la vida, no hay que rendirse, nunca…que ruede y vocifere vengadora ya rodando en el polvo mi cabeza recita Almafuerte y deberà ser asi. Fluir, claro, sin rendirse,    siguiendo el viento como un bambù, pero resistiendo y fluyendo. Asi

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Tres veces Los Justos tres veces


xul solar, panjuego
xul solar, panjuego

Una, que ha vivido mucho y está atenta, ha escuchado muchas parábolas, tal vez por eso me sorprende haberme topado tres veces tres en pocos dias con una que desconocía (dos como escucha y una como relatora) y extrañada tal vez por el desconocimiento previo y como insiste en mi cotidiano. Es el cuento (permitanme llamarlo así) sobre Los Justos

La primera vez apareció en una elegía de un hombre a su padre. Tanto me gustó que la rebloguee acá. La segunda, apenas ayer, se la conté a un paciente, consumidor de pasta base y ladrón de poca monta,- con la idea de introducir la cuña ética como el desafío de toda vida humana (se siembra al voleo, ya sabemos, y la semilla de mostaza caerá en tierra fertil o no, el sembrador lo ignora y sin embargo…)

La tercera vez, esta mañana, pero en versión borgeana, en el blog de Sergio Fassanelli, viejo amigo de la casa, de donde la copio para uds.

“Los Justos”

Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la Tierra haya música
El que descubre con placer una etimología
Dos empleados que en un café del sur juegan un silencioso ajedrez
El ceramista que premedita un color y una forma
Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto
El que acaricia un animal dormido
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho
El que agradece que en la Tierra haya Stevenson
El que prefiere que los otros tengan razón
Esas personas, que se ignoran, están salvando al mundo

Uno, digo yo, porque lo aprendí,  encuentra solo lo que estaba, previamente y sin saberlo, buscando. .No tengo ninguna duda de que para mi, y tal vez para vos, lector atento, si este post te dice algo, si no pasa de largo como tanta hojarasca, es por que su saber reverbera en nuestro ser, tal vez sediento de pequeñas justicias.

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Los tres imposibles freudianos y el plan Fines 2


El maestro Freud sitúa tres imposibles: Gobernar, educar y analizar. Lo dice asi : “…pareciera que analizar sería la tercera de aquellas profesiones «imposibles» en que se puede dar anticipadamente por cierta la insuficiencia del resultado. Las otras dos, ya de antiguo consabidas, son el educar y el gobernar…

En rigor, y desde el psicoanálisis,  tenemos la conviccion de que no todo se puede educar, que no todo es educable, que no todo se puede transmitir, que no todo se puede saber; Ademas y como afirma Meirieu, lo normal es que en educación las cosas no funcionen

Estas profesiones del imposibles aseguran que el resultado siempre esta marcado por cierta insuficiencia, por resultados que no pueden ser absolutamente satisfactorios, que siempre acarrean un resto de malestar.

Para educar se necesita el deseo y la  la complicidad del destinatario de las acciones, y esto no es una cosa dada. .No quiero ser criptica: para que acontezca un proceso educativo tiene que haber alguien que enseñe (una oferta) y alguien que quiera aprender.(una demanda de un sujeto que se responsabilice de esa demanda) De verdad, invirtiendo tiempo, esfuerzo, desazon, malasangre, disfrute, todo lo que hemos sentido quienes nos pasamos la vida siendo alumnos.

A mi me gusto mucho el discurso de asuncion de Cristina Kirchner en el primer gobierno, Este es el fragmento que habla del esfuerzo.

En los roles también está el del Estado, el de un Estado que ha decidido colocar a la educación como el otro eje fundamental de transformación y de agregar competitividad. El Presidente que está a mi izquierda y yo somos hijos de la escuela pública y de la universidad pública y gratuita. No es casualidad, no somos hijos de personas con mucho dinero, somos hijos de trabajadores y él es Presidente y yo soy Presidenta; somos eso, producto de la educación pública.

Pero también quiero decir que aquella educación pública no es la de hoy. Quiero decirlo con valentía porque lo siento. Yo me eduqué en una escuela donde había clases todos los días, donde los maestros sabían más que los alumnos, donde nosotros teníamos que estudiar todo el día para poder aprobar y pasar (, porque creíamos en el esfuerzo, porque creíamos en el sacrificio. Lo recuerdo como si fuera hoy, seguramente mi madre aquí también me recuerda, horas sentada estudiando. Porque no hay financiamiento estatal que valga. Podemos destinar no seis puntos del Producto Bruto, podemos destinar diez, pero si no hay capacitación y formación docente, si los alumnos no estudian, si la familia no se hace cargo, en fin si todos no trabajamos y nos esforzamos y cooperamos en lograr el bien común, va a ser muy difícil no solamente lograr una mejor calidad de educación sino también seguramente un mejor país. Y a eso los convoco a todos, a los padres, a los alumnos, a los docentes, a una escuela pública diferente.Debemos encontrar aquellos que siempre hemos defendido a la educación pública, porque además, hoy, cuando se producen brechas de equidad en la sociedad son precisamente los sectores más vulnerables, los más pobres los que van a la escuela pública. Los que tienen plata pueden mandar a sus hijos a una universidad privada o a un colegio privado. Los que no tienen nada los mandan cuando pueden a la escuela pública, entonces todos los que formamos y forman parte de la escuela pública debemos encontrar formas dignas de lucha por los derechos que cada uno tiene pero esencialmente defendiendo con inteligencia a la escuela pública. Porque muchas veces con grandes objetivos, grandes discursos y grandes ideales hemos llegado a grandes fracasos. Mi generación de eso puede dar cátedra. Quiero entonces convocar precisamente para esta tarea que nos debemos todos los Argentinos

Estoy pensando en los planes de educación que se piensan desde la definición como reparatorios de desventajas educativas, en particular del plan Fines 2 , dirigido a adultos que no han hecho (o no han terminado) sus estudios secundarios.

El plan en el conurbano bonaerense está implementado de manera de acercar a los barrios sedes donde los vecinos puedan cursar dos veces por semana la secundaria en tres años. Para acceder se tiene que tener primaria completa, pero si la persona tiene 9no. año y 18 años accederá directamente a tercer año, teniendo un total de años de cursada de 10 años en vez de los 12 tradicionales, siendo uno de los 10 part time.

No es motivo de este post analizar lo central, que es si este acortamiento temporal no implicará una merma en la calidad educativa, sino un aspecto mas lateral, esto es si basta con una oferta atractiva (la cercania geografica, la accesibilidad horaria, el acortamiento de los tiempos) para asegurar la permanencia y el egreso de los alumnos del sistema.

La deserción del Fines2 es alta, mucho mas alta de lo deseable, de lo esperado, de lo que se explicita. ¿por que? Si bien hay necesidades educativas insatisfechas, y esta, el fines, una oferta -perfectible- , para que se produzca la permanencia en el sistema hay que contar con el deseo de aprender del adulto advenido en alumno. La oferta no genera deseo. El deseo tiene que estar antes, es el prerrequisito. Sin la complicidad de ese deseo que hace de la educación una escena en la que el sujeto puede involucrarse, no hay magia.

Por ahí lo que uno tiene que estar advertido en lo especifico de la educación en general y de la educación de adultos en particular es que en tanto el educar parte de un imposible, nunca terminara de  funcionar bien y sin embargo tenemos el imperativo ético de seguir haciendo el intento.

Pequeños éxitos, algunos logros, por ahi està bien conformarse con eso . Que se yo. Ademas ¿no dije que gobernar tambien es imposible?

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A ver ¿nunca sintieron como que están cayendo, en caída libre?


Como Alicia en el país, cuando cae por el agujero, como los que se tiraron de las torres gemelas, como Icaro -y se le quemaban las alas????

Esta, muy señores mios, es una autentica idiota, imbecil, insoportable, canciòn de amor: unoriginal  de Tom Petty (el de los dientes de conejo) (y los rompecorazones) pero me gusta mas el cover que cuelgo. John Mayer

Free_Fallin_by_gilad

 

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Lo masculino enigmatico: otra de hombres y sus padres, en este caso, los 36 justos.


Aquellos que frecuentan este blog saben que tengo una colección de relatos ficcionales  o no, de varones (famosos o no)  que hablan de sus padres, . Clikeando en la etiqueta lo masculino enigmático, en el costado izquierdo del blog los puede hojear. Creo que son lo mejor del blog y no los escribí yo. Hoy les traigo un cuento judio muy hermoso y  una dedicatoria a un padre: El blog? La venganza de Sauron.

.LOS TREINTA Y SEIS JUSTOS

A Bene, in memoriam

Cuenta una leyenda judía que en cada generación hay 36 hombres que sostienen al mundo. Naturalmente no hay que interpretar esto en el sentido literal, al estilo del mito helénico del gigante Atlas, a quién Hércules relevó un rato de su carga.
Estos hombres – la religión judía es profundamente machista – no hay que buscarlos entre los exaltados por su tiempo: jefes de estado, premios Nobel o artistas destacados. Estos hombres sostienen al mundo día a día, con sus acciones cotidianas, empapadas de justicia.
Dice la wiki«Los Tzadikim Nistarim, popularmente conocidos como «los treintaiséis justos» […] son quienes poseerían un tipo de santidad especial, mayor que la de sus pares «públicos», y que no es aparente, en algunos casos incluso para ellos mismos. En otras ocasiones el Tzadik Nistar guarda celosamente sus actos de bondad de la vista pública, llegando a aparentar que es una persona ordinaria, o incluso malvada.»

Tengo para mi que hay una verdad esencial en la leyenda, más allá de sus aspectos contingentes. ¿Quién podría asegurar que los justos son 36, o 36 millones? Sobre una población mundial de más de 6 mil millones, no sería una proporción descabellada.
Esta verdad profunda estaría relacionada no tanto con los aspectos destacables de la justicia o la equidad, no directamente con la santidad o la bondad omnipresentes.

Creo – quiero creer – que el mundo es sostenido por unos cuantos justos, que son tipos comunes, no exentos de alguna agachada de lomo, son humanos.
Me gusta pensar que esos tipos son decentes, que saben que algo está bien o mal sin recurrir a complicadas elaboraciones deontológicas. Que se equivocan, y reconocen su error.
Tipos comunes, que viven de su trabajo, llegan galgueando a fin de mes y aún así no dejan de dar una mano cuando pueden.
Estos justos han tenido sus tentaciones, y ocasionalmente sucumbieron, pero se levantaron. Estos justos han sabido perdonar, quizás porque desearon mucho ser perdonados.
Tipos, en fin, que se levantan todos los putos días a laburar, no tanto porque les guste, sino porque asumen sus obligaciones.

Quiero creer que esos son los justos que sostienen al mundo. Y este es mi recuerdo para uno de ellos, que se me fue el domingo, calladamente no dió más.
Un tipo que me dejó la mejor herencia que pueda uno imaginar: un ejemplo a seguir.

Creo – estoy seguro, bah – que mi viejo fue uno de esos justos.

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trabajando con Fellini


Federico Fellini Directing Donald SutherlandApenas empezado, vi un documental donde el protagonista de Casanova, Donald Shutterland, habla a cámara una hora y media de su experiencia de filmar durante un año con Fellini.

Cuando se encuentran, Shutterland, canadiense, tan lejos del exceso del tano, había comprado toda la literatura que habia conseguido sobre el personaje, para aportar a su trabajo. Iban en un auto y Fellini tira esos libros por la ventanilla. Le dice que el Casanova que él quiere está resumido en una crònica policial reciente.

En Roma, dos jóvenes de clase alta engañan y violan a una joven: Luego la matan y deciden deshacerse del cuerpo. La suben a un auto, pero en el trayecto paran en una fiesta y se van a bailar, dejando ese cuerpo en el baúl. Esa noche un policía saca a pasear a su perro, que cuando pasa por donde está estacionado se pone a olisquear. El policía observa que el baúl chorrea sangre. Y entra a la fiesta y pregunta de quien es ese auto. Los jóvenes, muy lejos de huir, dicen que es suyo. Interpelados manifiestan que ellos no conocían a la joven y pensaban que nadie en su circulo la conocía, y que entonces nadie reclamaría por ella.  Fellini dice que en Casanova quiere hablar de esa decadencia de la burguesía.

Esa crueldad sigue viva.

 

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El «relato» de la derecha y los valores familiares: Un ejemplo americano.


edward-hopper-habitación-en-nueva-york-1932-óleo-sobre-lienzo-74x93cm-sheldon-museum-of-art-university-of-nebraska-lincoln-f-m-hall-collection-junto-con-la-luz-el-más-poderoso-medEn un tiempo estudié epistemologìa con Alejandro Piscitelli.

Fue en el 89 y todavìa no habían explotado las redes virtuales (que fue el tòpico que Piscitelli iba a abordar en los 90) y lo que mas me acuerdo es lo que enseñaba de George Lakoff

Lakoff, contemporáneo hablaba de que las metáforas estructuran lo que pensamos. Por ej. si pensamos en «la lucha por la vida» asimilamos la vida a un combate ¡¡que diferente sería si pensáramos que la vida es un baile!! Estamos llenos de metáforas bélicas que estructuran la totalidad de nuestra manera de pensar, porque, amigo, pensamos en metáforas. (guerra contra las drogas, «me vas a matar»,el trabajo en el hospital  se llama «de trinchera», etc)

No somos conscientes de las metáforas que usamos cuando hablamos. El texto que voy a copiar es un poco largo, pero vale la pena. Explica las metaforas que subyacen en el «relato» de la derecha, aunque se trate de la derecha yanqui, la derecha es siempre la derecha.  Espero les guste .A mi si. Està tomado del libro No pienses en un Elefante, del 2004

«…Me había preguntado por qué los conservadores hablaban tanto de los valores familiares. ¿Y por qué ciertos valores contaban como «valores familiares» y otros no lo hacían? ¿Por qué, durante una campaña presidencial, en las campañas para el Congreso, etc., cuando el futuro del mundo se veía amenazado por la proliferación nuclear y el calentamiento global, alguien hablaría todo el tiempo de los valores
familiares?
Al llegar a este punto recordé un trabajo que uno de mis alumnos había
escrito hacía algunos años, en el que mostraba que nosotros, los americanos,
tenemos todos a la familia como metáfora de la nación. Así, tenemos Padres
Fundadores, Hijas de la Revolución Americana, «mandamos a nuestros hijos»
a la guerra. Es ésta una metáfora natural, porque generalmente concebimos
los grandes grupos sociales, como las naciones, en términos de pequeños
grupos, como las familias y las comunidades.
Dada la existencia de la metáfora que conecta la nación con la familia, me
hice la segunda pregunta: Si hay dos concepciones diferentes de la nación,
¿procederán de dos concepciones diferentes de la familia?
Trabajé en sentido inverso. Tomé las distintas posturas de los conservadores
y de los progresistas y me dije: «Confrontémoslas con la metáfora en
direcciones opuestas y veamos qué pasa.» Puse por delante las dos visiones
de la nación, y aparecieron inmediatamente dos estilos diferentes de familia:
la familia del padre estricto y la familia de los padres protectores
. Ya se sabe cómo es cada una.
Bueno, después de hacer esto por primera vez —comentaré los detalles en
seguida—, me invitaron a dar una charla en una convención de lingüistas.
Decidí hablar sobre este descubrimiento. Entre el público había dos miembros
de la Coalición Cristiana que eran lingüistas y buenos amigos míos.
Excelentes lingüistas. Y buenísimas personas. Encantadoras. Me caían muy
bien. Después de la fiesta hicieron un aparte conmigo y me dijeron: «Ese
modelo de familia del padre estricto del que hablas es bastante aproximado,
pero no es enteramente exacto. Podemos ayudarte a que conozcas mejor los
detalles. Porque deberías enterarte bien. ¿Has leído a Dobson?»
—¿A quién?
—A James Dobson.
—¿A quién?
—Hombre, ¿cómo es posible? Si participa en tres mil emisoras de radio.
—No creo que esté en la NPR (Radio Pública Nacional). Nunca he oído
hablar de él.

—Bueno, claro, tú vives en Berkeley.
—¿Dónde puedo… ha escrito algo?
—Uf, muchísimo. Ha vendido millones de libros. El clásico suyo es Dare to
Discipline (Atrévete a castigar).

Mis amigos tenían razón. Fui a la librería cristiana que ellos me indicaron en la
ciudad donde vivo y allí encontré perfectamente desplegado el modelo del
padre estricto con todo lujo de detalles. Dobson no sólo mueve entre 100 y
200 millones de dólares al año, sino que tiene su propio código postal porque
hay muchísima gente que escribe pidiendo sus libros y folletos. Enseña a
aplicar el modelo del padre estricto en la educación de los hijos, y conoce
perfectamente la relación de ese modelo con la política del ala derecha.
El modelo del padre estricto parte de esta serie de supuestos:
El mundo es un lugar peligroso, y siempre lo será, porque el mal está
presente en él. Además, el mundo es difícil porque es competitivo. Siempre
habrá ganadores y perdedores. Hay un bien absoluto y un mal absoluto. Los
niños nacen malos, en el sentido de que sólo quieren hacer lo que les gusta,
no lo que es bueno. Por tanto, hay que conseguir que sean buenos.
Lo que se necesita en un mundo como éste es un padre fuerte, estricto, que
pueda:
• proteger a la familia en un mundo peligroso
• sostenerla en un mundo difícil
• enseñar a los niños la diferencia entre el bien y el mal.
Al niño se le pide obediencia, porque el padre estricto es una autoridad moral
que distingue el bien del mal. Después se asume que el único modo de
enseñar a los niños a obedecer —es decir, el bien del mal— es el castigo, un
castigo doloroso, cuando se comportan mal. Esto incluye pegarles, y algunos
autores de orientación educativa conservadora recomiendan que se les
golpee con palos, cinturones y zapatillas de felpa en el trasero desnudo.
Algunos autores sugieren que esto debe comenzar desde que nacen, pero
Dobson es más liberal. «No hay excuusa para dar azotes a los niños menores de quince o dieciocho meses» (Dobson, The New Dare to Discipline).

La justificación del castigo físico es ésta: Cuando los niños hacen algo mal, si
se los castiga físicamente, aprenden a no volverlo a hacer, lo que significa
que desarrollarán una disciplina interna que los librará de obrar mal, y así en
el futuro serán obedientes y actuarán moralmente bien. Sin ese castigo, el
mundo se iría al traste. Sería un mundo sin moral.
Esa disciplina interna tiene un efecto secundario. Trata de lo que se necesita
para tener éxito en un mundo difícil, competitivo. Es decir, si las personas son
disciplinadas y persiguen su propio interés en un país de oportunidades como
América, prosperarán y serán autosuficientes. Así, el modelo del padre
estricto asocia moralidad con prosperidad. La misma disciplina que se
necesita para ser moral es la que permite prosperar. El engarce entre ambas
es la búsqueda del propio interés.
La existencia de oportunidades y la disciplina en la búsqueda del propio interés te permitirán prosperar.Ahora bien, Dobson tiene muy clara la conexión entre la visión del mundo del padre estricto y el capitalismo de libre mercado. El engarce lo constituye la moral del propio interés, que es una versión de la concepción capitalista de Adam Smith. Adam Smith sostuvo que si cada uno persigue su propio beneficio, el beneficio de todos será maximizado por la mano invisible —es decir, por naturaleza— de manera natural. Cuando persigues tu propio beneficio, ayudas a todo el mundo.Esto enlaza con una metáfora general que identifica el bienestar con la riqueza. Por ejemplo, si yo te hago un favor, tú dices: «Te debo otro.» Hacerle algo bueno a alguien es, metafóricamente, como darle dinero. El te «debe» algo. Y dice: «¿Cómo podré pagarte?»Aplicando esta metáfora a la «ley de la naturaleza» de Adam Smith, si cada uno persigue su propio interés, entonces, a través de la mano invisible, por naturaleza, se maximizará el interés de todos. Es decir, es moral perseguir tu propio interés, y hay una expresión para definir a aquellos que no lo hacen. Esa expresión es «los que van de redentores por la vida» Una persona que va de redentora por la vida es alguien que está tratando de ayudar a los demás sin que nadie se lo pida, interfiriéndose en el camino de quienes persiguen su propio interés. Los redentores estropean el sistema.En este modelo hay también una definición de lo que significa llegar a ser una buena persona. Una buena persona —una persona moral— es alguien lo bastante disciplinado como para ser obediente, para aprender lo que es bueno, para hacer lo que está bien y no hacer lo que está mal, y alguien que persigue su propio interés para prosperar y llegar a ser autosuficiente. Un niño bueno se desarrolla para llegar a ser así. Un niño malo es el que no aprende a ser disciplinado, no funciona moralmente, no hace lo que está bien y, por tanto, no es lo bastante disciplinado para prosperar. No sabe cuidarse a sí mismo y así se hace dependiente.

Cuando los niños buenos se hacen mayores, o han aprendido disciplina y
pueden prosperar, o no la han aprendido. A partir de ese momento, el padre
estricto no se entrometerá más en sus vidas. Políticamente, esto se traduce
en que el gobierno tampoco se entrometerá.
Piensa lo que significa esto para los programas sociales. Es inmoral darle a la
gente cosas que no se han ganado, porque entonces no conseguirán ser
disciplinados y se convertirán en dependientes e inmorales. Esta teoría
sostiene que los programas sociales son inmorales porque hacen a la gente
dependiente. Es inmoral promover programas sociales. ¿Y qué implica esto
para los presupuestos? Bueno, si hay muchos progresistas en el Congreso
que piensan que debería haber programas sociales, y si se piensa que los
programas sociales son inmorales, ¿cómo se va a parar a toda esa gente
inmoral?
Es muy sencillo. Lo que hay que hacer es premiar a los buenos —aquellos
cuya prosperidad revela su disciplina y, por consiguiente, su capacidad
moral— premiarlos con un recorte de impuestos, pero un re

corte lo bastante
importante para que no quede dinero para programas sociales. Según esta
lógica, el déficit es una cosa buena. Como dice Grover Norquist, «mata de
hambre a la bestia».
Mientras los liberales y los conservadores en materia fiscal consideran malo el
déficit de Bush, los radicales del ala derecha partidarios de la moral del padre
estricto lo consideran bueno. En el Discurso sobre el estado de la Unión de
enero de 2004, el presidente dijo que pensaba que se podía rebajar el déficit a
la mitad suprimiendo el «gasto basura» —es decir, lo que se gasta en
«malos» programas sociales. ¿Están los conservadores en contra de todo lo
que puede hacer un gobierno? No; no están en contra del Ejército, no están
en contra de la defensa de la patria, ni del actual Ministerio de Justicia, ni de
los tribunales, ni de los Ministerios del Tesoro y de Comercio. Hay numerosos
aspectos del gobierno que les parecen muy bien. No están en contra de las
subvenciones a la industria. Las subvenciones a las corporaciones que
premian a los buenos —los inversores en esas corporaciones— son
estupendas. En eso no hay el menor problema.
Pero están en contra de las subvenciones para alimentos y en contra de la
protección social. Están en contra de los programas asistenciales. Eso es lo
que consideran malo. Y es lo que están tratando de suprimir utilizando
argumentos morales. Ésa es la razón por la que no son simplemente un
pequeño grupo de locos, codiciosos o ruines —o estúpidos—, como piensan
muchos liberales. Pero lo que da más miedo es que los conservadores se lo
crean. Creen que es moral. Y tienen seguidores por todo el país. La gente cree en la moral del padre estricto y que la aplica a la política creerá que ése es el buen camino para gobernar.

Piensa por un momento en lo que esto significa para la política exterior.
Imagina que tú eres una autoridad moral. En tanto que autoridad moral,
¿cómo actúas con tus hijos? ¿Les preguntas acaso lo que deberían y no
deberían hacer? No. Se lo dices tú. Los niños hacen lo que les dice su padre.
Sin rechistar. La comunicación se produce en una sola dirección. Y lo mismo
ocurre con la Casa Blanca. Es decir, el presidente no pregunta; el presidente
dice. Si uno es una autoridad moral, sabe lo que es bueno, tiene el poder y lo
ejerce. Si tú renunciaras a tu autoridad moral, serías inmoral.

. Eso es lo que consideran malo. Y es lo que están tratando de suprimir utilizando
argumentos morales. Ésa es la razón por la que no son simplemente un
pequeño grupo de locos, codiciosos o ruines —o estúpidos—, como piensan
muchos liberales. Pero lo que da más miedo es que los conservadores se lo
crean. Creen que es moral. Y tienen seguidores por todo el país. La gente que
cree en la moral del padre estricto y que la aplica a la política creerá que ése
es el buen camino para gobernar.
Piensa por un momento en lo que esto significa para la política exterior.
Imagina que tú eres una autoridad moral. En tanto que autoridad moral,
¿cómo actúas con tus hijos? ¿Les preguntas acaso lo que deberían y no
deberían hacer? No. Se lo dices tú. Los niños hacen lo que les dice su padre.
Sin rechistar. La comunicación se produce en una sola dirección. Y lo mismo
ocurre con la Casa Blanca. Es decir, el presidente no pregunta; el presidente
dice. Si uno es una autoridad moral, sabe lo que es bueno, tiene el poder y lo
ejerce. Si tú renunciaras a tu autoridad moral, serías inmoral.
Si esto lo proyectamos a la política exterior, significa que no se puede
renunciar a la soberanía. Los Estados Unidos, que son el país mejor y más
poderoso del mundo —una autoridad moral—, saben lo que hay que hacer.
No tenemos que preguntarle a nadie más.
Esta creencia va asociada a un conjunto de metáforas que han regido la
política exterior durante largo tiempo.