matar al ruiseñor,

 

-¿que puede hacer con este dinero malhabido?- dice Homero, abanicando un manejo de dolares sentado en la plaza

-¡hay muchos pobres por alli!- contesta la bienintencionada Lisa, con mirada soñadora

-Ah, si, debo comprar un arma!!

Los Simpson

En la comarca siempre hubo ruiseñores. El principado se las iba arreglando mas mal que bien para controlar los daños, que venian desde el principio de los tiempos aunque la cronica periodistica nos quiere hacer creer que la invasion de ruiseñores es un producto reciente.  Ni me tomo el trabajo de decir que el capitalismo trajo a los ruiseñores, como el feudalismo a los siervos de la gleba. La Historia me da la razón y a ella remito a los investigadores.

Cuando  los daños les sucedían a labriegos o pescadores no pasaba de un módico escàndalo que duraba lo que dura un periódico en pasar de ser el invitado a la mesa del bar a un envoltorio de huevos.  Se comentaban a la noche, entre el poner la mesa y levantarla, y los padres enseñaban a los hijos que los ruiseñores eran de distinta especie que ellos, que seguramente -por mas que los progresistas dijeran que si- carecían de derechos y no habían nacido de madre humana.

No crea Ud. que algunos decian que el mal estaba en no tomar la cosa de raiz e impedir que las criaturas se metamorfosearan en ruiseñores, por las condiciones de vida, el olvido social, y la falta de cobijo, abrazos u otras pamplinas.

No bastaba que los cientistas sociales afirmaran una y otra vez que nadie nace ruiseñor.

Pero, a veces, un poderoso era amenazado, o atacado por ruiseñores.  Entonces aparecia eso escondido, siniestro, esa mugre del alma humana que impide ver a un semejante en un semejante y entonces, la poblada aparecia con pancartas diciendo «tenemos que estar preparados porque pueden venir los ruiseñores y meterse en nuestra casa, y comer nuestra comida, y llevarse a nuestras mujeres, como en La vuelta del malón pintado por  Angel Della Valle.

Entonces los padres de familia  se escandalizaban y sacaban a relucir armas compradas para matar ruiseñores. Ellos se daban manija pensando  que en sus casas los tejados caerian  bajo el peso de las ruiseñores, relojeaban a cada paso atras de los arboles,y un poco obscenamente fantaseaban con mujeres violadas, si eran niñas o embarazadas, mucho mejor,  acariciando su smith and wesson como un puber acaricia su pene, esperando el momento de poder usarlo de verdad.

Y muchos debates publicos y privados giraban alrededor de la mejor manera de matar a los ruiseñores.

Entonces, una que es sabia sabe que a partir de ese momento iba a ver una espera de  ruiseñores atras de los visillos, y algunos pelotudos terminarian  mantado a sus hijos, pajaros como los ruiseñores, pero mejor alimentados. Es que a las armas, ya se sabe quien las carga, y un ruiseñor y un hijo son tan parecidos!

Cuando los ornitologos y los cientistas sociales explicaban simplemente invitados para hacer el contrapunto y hacerlos quedar como boludos naif en los programas de tv, pasaba que nadie queria escuchar que si  los ruiseñores como las cucarachas estan en la naturaleza de la cultura, porque expresan lo que no se muestra de lo humano, lo que se llama monstruoso, (que no es sino una cara de lo humano) y que matar a los ruiseñores habla mas del que mata de el que muere.

Eso estaba pasando en este pueblo del orto. Todos quieren hoy matar a los ruiseñores . Y el que osa hablar de educación, de amor o de que la miseria mata mas que el cancer, deberia ser lapidado o muerto por los ruiseñores, para que aprenda, joder!.